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Lagar de Belvís y lagar de Badí

Estos lagares son depósitos tradicionales construidos con tablones de madera y asentados sobre una sólida base de perpiaños de granito.

La estructura se eleva aproximadamente cincuenta centímetros sobre el nivel del suelo de la bodega, una técnica que favorecía el proceso de prensado y almacenamiento del mosto.

Los lagares representan una muestra del patrimonio vinícola de la Comarca del Eume, reflejando las técnicas ancestrales utilizadas en la producción de vino. Su diseño combina resistencia y funcionalidad, adaptándose al paisaje y a las necesidades de la elaboración tradicional.

Lagar de Riobóo

El Lagar de Riobóo cuenta con un depósito de mampostería de granito, un material resistente y característico de la arquitectura tradicional gallega.

Junto al depósito principal, se conserva otro recipiente de similares características, lo que sugiere que en el pasado pudo haber existido un segundo lagar, ampliando la capacidad de producción de la bodega. Este elemento tiene un gran valor histórico y permite imaginar la importancia de la actividad vinícola en la zona.

Lagar de Fraián

El Lagar de Fraián se encuentra en el pazo homónimo, una construcción histórica que da nombre a este enclave.

Actualmente, solo se conserva el peso o piedra, un elemento fundamental en el proceso tradicional de prensado de la uva, testimonio del pasado vinícola de la zona.