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La unión entre dos pueblos a través de la historia

En el corazón del Eume, el Puente del Ferrocarril se erige como un símbolo de conexión, tanto entre los pueblos de Pontedeume y Cabanas como entre el pasado industrial y la naturaleza que lo rodea.

Construido en 1910 y renovado en 2024, este puente de hierro forjado, con su distintivo color azul y pilares de sillería granítica, cruza el río Eume y ofrece vistas espectaculares de su desembocadura. Aquí, donde las aguas del Eume se encuentran con el mar, el paisaje se convierte en un lugar único que invita a detenerse y a disfrutar del entorno.

El Puente del Ferrocarril no es solo un paso entre dos orillas, es una invitación a explorar el paisaje que lo rodea. Al caminar sobre su plataforma o admirar la vista desde los andenes peatonales, se puede sentir la conexión con la ría y la historia que este puente alberga. El sonido del agua y la vista de los barcos pesqueros hacen de este lugar un punto de observación único, ideal para aquellos que buscan una experiencia tranquila y auténtica.

Una obra de ingeniería con valor arquitectónico

Su combinación de estética y funcionalidad lo convierte en un hito significativo de la infraestructura regional.

El puente soporta la línea ferroviaria entre Betanzos y Ferrol, que fue inaugurada el 5 de mayo de 1913, tras una apertura provisional al tráfico el 4 de febrero de 1912. Los muros y pilares del puente están construidos con sillería granítica mientras que la plataforma se sostiene mediante una estructura de vigas de hierro forjado, diseñada con celosías en Cruz de San Andrés y cabezas superiores curvas.

Dispone de andenes interiores a ambos lados de la vía del ferrocarril, facilitando el tránsito peatonal entre las orillas. Los tramos metálicos, de 40 metros en los extremos y 70 metros en el tramo central, están formados por dos vigas longitudinales unidas por viguetas transversales.