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Arquitectura religiosa fundida con el entorno

En lo alto de Monfero, donde el tiempo parece detenerse, se encuentra la Iglesia de Santa María de Vilachá, un templo de origen románico que, a pesar de las transformaciones sufridas a lo largo de los siglos, conserva su esencia medieval.

Su arquitectura sencilla, con una nave única, un ábside semicircular y un campanario en espadaña, refleja la sobriedad y belleza del arte románico gallego.

Su entorno rural añade un valor especial a la visita. A pocos pasos del templo, un cruceiro centenario y un cementerio singular, posiblemente influenciado por la emigración gallega a América, nos recuerdan la estrecha relación entre historia y tradición en la Comarca del Eume.

La iglesia, aunque algo apartada, cuenta con aparcamiento y se encuentra cerca de varios restaurantes donde degustar la gastronomía local.