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Deja que la Comarca del Eume te cautive con su patrimonio

A lo largo y ancho del territorio, los templos han sido testigos de siglos de fe, arte y vida monástica.

Los monasterios y las iglesias de la Comarca del Eume no solo narran la historia religiosa del lugar, sino que se integran con el entorno, convirtiéndose en espacios únicos donde arquitectura y naturaleza conviven en perfecta armonía.

Desde construcciones románicas en lo alto de colinas hasta monasterios enclavados en frondosos bosques atlánticos, esta ruta espiritual es también una experiencia estética, histórica y emocional.

Monasterio de San Xoán de Caaveiro, A Capela

Situado en pleno corazón del Parque Natural Fragas del Eume, el Monasterio de Caaveiro es una de las joyas monumentales de Galicia. Fundado en el siglo X, fue un enclave benedictino y, posteriormente, agustino. Su emplazamiento, sobre un promontorio entre ríos y frondosa vegetación, lo convierte en un lugar mágico.

Desde sus miradores se pueden contemplar las Fragas en todo su esplendor. El conjunto conserva varios elementos originales: la iglesia, la sacristía, el refectorio y los restos del claustro. Además, la reciente rehabilitación ha hecho posible que se pueda visitar el interior y disfrutar de visitas guiadas.

¡No te lo pierdas!: Accede a pie o con tu bicicleta desde el Centro de Interpretación del parque. Ideal para combinar con una ruta de senderismo.

Monasterio de Santa María de Monfero, Monfero

Ubicado en la parroquia de Queixeiro, este impresionante monasterio cisterciense del siglo XII sorprende por su monumental fachada barroca decorada con mármol a rayas blancas y negras, un detalle arquitectónico único en Galicia.

En su época de esplendor, el monasterio fue un importante centro económico y espiritual. Aunque hoy está en estado de semirruina, se conserva buena parte de la iglesia, las dependencias monásticas y el antiguo claustro. Su entorno, entre montañas y silencio, refuerza su carácter espiritual.

¡Dato curioso!: En su interior se venera el retablo de la Virgen de la Cela, que según cuentan las tradiciones populares, se apareció en un monte cercano haciendo que del suelo brotase una fuente milagrosa. Además, hace unos años el monasterio estuvo a punto de convertirse en un spa de lujo, aunque el proyecto nunca se materializó.

Ermita de San Miguel de Breamo, Pontedeume

Esta pequeña iglesia románica del siglo XII se alza sobre el monte Breamo, dominando visualmente la ría de Ares. Construida en sillería granítica, su belleza sobria contrasta con la inmensidad del paisaje.

El templo está vinculado a leyendas populares y es escenario de la Romería de San Miguel, una de las fiestas más emblemáticas de Pontedeume. Su conservación y entorno la convierten en una joya de la arquitectura religiosa gallega.

¿Sabes qué?: Durante la Romería de San Miguel, la tradición manda dar nueve vueltas en silencio a la capilla para “botar as meigas” (ahuyentar a las brujas). Aunque algunas versiones hablan de tres o siete vueltas, lo importante es el silencio… y la fe.

Iglesia de Santiago, Pontedeume

Ubicada en pleno casco histórico de Pontedeume, la Iglesia de Santiago es uno de los templos más emblemáticos de la villa. Su origen se remonta al siglo XVI, cuando Fernando de Andrade mandó construir la capilla mayor como panteón familiar. Sin embargo, fue en el siglo XVIII cuando el arzobispo Bartolomé Rajoy y Losada promovió la reconstrucción del templo, dando lugar a la iglesia tal como la conocemos hoy.

La fachada barroca, con tres puertas, está coronada por el escudo de los Andrade y una imagen ecuestre de Santiago Apóstol. En el interior destaca el retablo renacentista, con pinturas del ciclo de la Pasión.

Además de su valor artístico y arquitectónico, la iglesia es punto de paso del Camino Inglés, lo que refuerza su carácter de templo abierto al viajero y al recogimiento espiritual.

Consejo: Visítala durante un paseo por el casco antiguo y sumérgete en el legado medieval de Pontedeume.

Convento de San Agustín, Pontedeume

Fundado en 1538 por Fernando de Andrade, el Convento de San Agustín se construyó extramuros de la villa, junto al río Eume. Del conjunto original se conserva parte del claustro renacentista y la iglesia, mientras que la fachada principal, reformada en el siglo XVIII, responde al estilo barroco sobrio, con dos torres flanqueando la portada y una imagen de San Agustín en la hornacina central.

Durante casi tres siglos fue hogar de una comunidad de frailes agustinos. Tras su cierre como convento, el edificio tuvo diversos usos civiles y militares. Desde los años 80 del siglo XX, acoge la Casa de la Cultura de Pontedeume, siendo hoy un espacio vivo dedicado a la actividad cultural.

Plan recomendado: Acércate para visitar su colección de arte sacro y consultar su programación de exposiciones y eventos culturales.

Parroquia de San Pedro de Eume, As Pontes de García Rodríguez

Esta pequeña parroquia esconde uno de los cementerios más singulares de Galicia. Sobre sus tumbas, sorprenden decenas de conchas marinas de vieiras, berberechos, almejas… cuidadosamente colocadas. El origen de esta tradición que sigue viva generación tras generación sigue siendo un misterio.

Algunos creen que todo empezó como un simple gesto estético; otros, que tal vez algún peregrino dejó una concha y con ella se inició el ritual, pero lo cierto es que no hay ningún camino de Santiago cercano. Sea como sea, lo que permanece es el cuidado y el orgullo con el que los vecinos mantienen esta costumbre única, especialmente en fechas señaladas como el Día de Todos los Santos, cuando el camposanto reluce entre conchas pulidas y flores frescas.

Iglesia de San Martiño do Porto, Cabanas

A tu paso por Cabanas podrás ver la Iglesia de San Martiño do Porto, un templo del siglo XV que combina una sobria cabecera renacentista con una elegante fachada barroca. Su interior, con una nave alargada y cuatro tramos marcados por pilares, sorprende por su armonía y dinamismo.

En el exterior, destaca la imagen de San Martiño a caballo compartiendo su capa, presidida por una espadaña con campanas centenarias. Aunque suele estar cerrada fuera del horario de culto, su imponente presencia y el entorno merecen la visita.

Cultura en plena naturaleza, ideal para desconectar

Explorar estos templos es también recorrer una historia de recogimiento, arte y espiritualidad que se mantiene viva. Tanto si buscas silencio, como si te atrae el patrimonio o simplemente deseas conocer otra cara del Eume, esta selección de los monasterios e iglesias más destacados de la comarca ofrece una experiencia diferente, cargada de belleza e introspección.